jueves, 17 de septiembre de 2009

100 años de cine en Valencia de Don Juan


Artículo publicado en la revista ESLA, número 314 (agosto de 2009).

Desde que los hermanos Lumière inventaran el cinematógrafo a finales del siglo XIX el mundo contemporáneo observó un cambio radical, especialmente en cuanto al ocio se refiere. Pronto las clases acomodadas mostraron predilección por el cine. En numerosas localidades se convirtió en todo un acontecimiento el asistir a las proyecciones que se desarrollaban en los cafés y en los teatros, especialmente si alguna compañía había grabado unos metros de celuloide en el propio entorno.

Pero el cine no fue algo exclusivo de las élites. Hay que recordar que la primera grabación cinematográfica se realizó a la salida de una fábrica en Lyon (la de los propios inventores), inmortalizándose a los obreros que en ella trabajaban, en su mayoría mujeres.

Desde pronto el cine se popularizó. Las comisiones de festejos solían programar proyecciones en las ferias y fiestas de las localidades más importantes. Ello se efectuaba generalmente en barracas temporales de madera o lona instaladas a tal efecto, aunque los teatros estables también sirvieron para ello y fueron el lugar donde acabaron haciéndose habituales las sesiones de cine. Así sucedió en León el 5 de mayo de 1900, cuando en el Teatro Municipal tuvo entonces lugar la primera proyección provincial del cinematógrafo de Lumière.

En Valencia de Don Juan la referencia más antigua que tenemos constatada hasta el momento nos lleva justo ahora un siglo atrás. Y es que para los días 12 y 14 de septiembre del año 1909 la comisión municipal de festejos programó varias proyecciones cinematográficas gratuitas en nuestra villa, enmarcadas en los actos con motivo de las ferias y fiestas patronales.

La escueta nota corresponde al Diario de León y no aporta muchos más detalles, si bien podemos entender que se trataba de un cinematógrafo ambulante. Sí menciona que aquellas proyecciones mudas estuvieron amenizadas por la Banda de Música del Hospicio de León. Lamentablemente, la pérdida de los libros de actas municipales de nuestro archivo consistorial para aquellas fechas nos impide poder conocer con mayor profundidad cómo se desarrolló aquel bautismo cinematográfico y cuáles fueron las primeras películas que disfrutaron los coyantinos.

Meses después sería el Teatro Coyanza el espacio donde de manera permanente se instalara un proyector de cine. En aquel añorado local, otra víctima más de la incultura y la piqueta, los filmes eran acompañados por la música interpretada por miembros de la Sociedad Filarmónica, grupo que posteriormente daría lugar a la Banda Municipal. Observamos pues una clara relación entre la aparición de la agrupación musical coyantina y el éxito del cinematógrafo.

La consolidación definitiva del séptimo arte en Valencia de Don Juan se produjo a finales de los años cuarenta del pasado siglo, con la construcción del Cinema Ortiz en la plaza del Salvador. Como su propio nombre indica, se trató de un edificio realizado expresamente para la proyección cinematográfica. Fue una obra proyectada por el arquitecto Luis Aparicio Guisasola y realizado por el contratista Mariano Díez. El encargo lo realizó en 1948 Teresa Ortiz Valbuena, hija del empresario harinero coyantino Anastasio Ortiz García, alcalde de la villa entre 1929 y 1930.

Se materializó un edificio serio al exterior, propio de la arquitectura racionalista del momento. Los espacios interiores se destinaban principalmente a vestíbulo de entrada, taquillas, sala de espera (lateral derecho, con bar y aseos) y sala de butacas con capacidad para 732 espectadores. Sobre la zona de recepción se emplazaba la cabina, donde operaba un proyector Philips modelo FP-7. La decoración interior era más profusa, estando realizada con escayolas en forma de cornisas, cenefas y florones.

En la inauguración de esta sala, acaecida el 19 de marzo de 1949, se proyectó la película La Reina de Cobra (Robert Siodmak, 1944). Con el paso de los años cambiaría de titularidad y tendría una importante reforma en el año 2001, pasando entonces a denominarse Multicines Coyanza, ya que además de la sala de proyecciones existente desde la apertura del cinematógrafo se quiso habilitar una segunda de menor tamaño. Nuestro cine local se colocó entonces nuevamente a la vanguardia de otras salas, con una pantalla de mayores dimensiones, cómodas butacas y espléndido sonido envolvente. Lamentablemente los coyantinos sólo pudimos disfrutar de ello hasta 2006, año en que cerró sus puertas [Nota posterior: afortunadamente Multicines Coyanza reabrió en 2012, gracias a lo cual actualmente podemos seguir disfrutando de su cartelera].


A lo largo de estas décadas, Valencia de Don Juan también ha visto nacer a un director de cine bien conocido en el ámbito de habla hispana: José María Gutiérrez Santos (1933-2007). Formado en Salamanca y París, comienza a trabajar como realizador en TVE. En los años sesenta dirige sus primeros cortometrajes, logrando un prestigioso premio en la SEMINCI de Valladolid y la nominación en Cannes con El triunfo de la muerte (1969), inspirada en la vida del Arcipreste de Hita.

José Mª Gutiérrez inicia entonces un periodo como adjunto en la dirección de varios largometrajes hasta que en 1975 logra dirigir su propia película, adaptando nada menos que la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, con quien tenía una gran amistad forjada en su etapa parisina. El éxito lo alcanzaría con su segundo largometraje, ¡Arriba Hazaña! (1977), protagonizado por Fernando Fernán Gómez y José Sacristán, logrando una importante taquilla en buena medida por las fuertes críticas que recibió
desde los sectores más inmovilistas del languideciente franquismo.

Dos películas suyas fueron también Pepe no me des tormento (1981) y Los Autonómicos (1982), comedia esta última interpretada por Antonio Ozores y Juanito Navarro, entre otros. Desde entonces, el coyantino Gutiérrez Santos regresó a TVE, ligándose a las direcciones de series. La muerte le sobrevino a los 74 años en Argentina.

Para terminar con este fugaz recorrido por la memoria cinematográfica local queremos hacer una propuesta a nuestros dirigentes. Como conmemoración de la efeméride que hemos aportado al comienzo: los cien años de proyecciones en Valencia de Don Juan (1909-2009), considero que de cara a las próximas fiestas patronales se podrían ofrecer de manera gratuita varias proyecciones cinematográficas.

Entre ellas, durante la tarde del día 12 de septiembre, por ser el día del centenario, podría programarse la reposición de alguno de los filmes dirigidos por José María Gutiérrez Santos. Ello considero que sería un perfecto homenaje tanto al séptimo arte como a nuestro ilustre convecino, al que todavía no hemos reconocido pública y oficialmente de ninguna manera. También contribuiría a paliar la actual privación de la actividad permanente de un cinematógrafo en nuestra localidad. Simplemente es una idea.

Javier Revilla Casado