Fueron arrojadas allí por la empresa encargada de «vaciar» el Castro Coviacense antes de que la Comisión de Patrimonio rectificara y decidiera protegerlo
Un grupo de ciudadanos anónimos de Valencia de Don Juan son los verdaderos protagonistas de esta historia. Se habían movilizado a raíz de la insólita autorización de la Comisión de Patrimonio -”hecha pública a principios de julio del año pasado-” que daba luz verde a la construcción de un edificio de viviendas en Valencia de Don Juan, en el mismo solar que, según todos los indicios, escondía el conocido como Castrum Coviacense , el asentamiento que había dado origen y nombre ( Coyança , Coyanza en la Edad Media, y también hoy) a esta ciudad leonesa de la ribera baja del Esla.
Denunciaron el caso, presentaron escritos ante la administración autonómica solicitando la paralización inmediata de las obras, expusieron a la opinión pública la importancia que para Valencia y para todo León podía tener esta población de resonancias romanas y prerromanas... y, mientras tanto, la empresa encargada de construir el edificio ya había comenzado a excavar el solar y a arrojar parte de su contenido a una escombrera próxima. Los miembros de este grupo, alertados, acudieron al lugar y allí mismo recogieron de entre la inmundicia una enorme cantidad de piezas arqueológicas, algunas de indudable valor histórico: «Llenamos varias cajas con ellas, aproximadamente habría unas 400, de todo tipo. Cerámica de terra sigillata romana, fragmentos de apariencia medieval, restos de la Edad del Hierro, monedas, y elementos metálicos entre los que destaca un bocado de caballo, de bronce, que nos parece claramente de época romana. Llegamos a llenar dos furgonetas enteras con las piezas», informó a este periódico uno de los integrantes del grupo, entre los que se encuentran profesores e historiadores.
Las piezas fueron trasladadas inmediatamente al Museo de León, donde se procedió a su estudio y catalogación. Según explicó el viernes Luis Grau, director del centro, el problema está en que estos heterogéneos objetos hayan sido arrancados «de su contexto arqueológico», lo cual hace difícil establecer su antigüedad de manera precisa. «Encontrar una pieza en su yacimiento o tirada en una escombrera es tan diferente como el día y la noche», dijo. Grau recordó asimismo que los objetos han sido puestos a disposición de la empresa que se encarga del estudio del yacimiento, pues la comisión rectificó después y ordenó que se conservara.
Origen de la actual Valencia de Don Juan
El yacimiento, sin protección alguna, se está deteriorando
La Comisión de Patrimonio había dado «marcha atrás» a finales del mes de julio del año pasado, ordenando la paralización de la obra y la excavación y estudio del yacimiento, pero, por el momento, nada se ha hecho. El solar no registra movimiento alguno y lo que es peor, hasta el momento no ha sido protegido de ninguna manera, por lo que la meteorología lo está dañando seriamente, según ha informado un miembro del citado grupo desde Valencia de Don Juan.
Tras la paralización de la obras, las evidencias arqueológicas dieron la razón a los defensores del castro: en su excavación previa apareció un foso de hace 2.800 años que constituye la única construcción amurallada de la Edad del Hierro que se explora en la meseta (alcanzó los 500 habitantes y llegó a abarcar unas doce hectáreas), así como potentes cimientos romanos de piedra que indican la presencia de un gran edificio público.
3 comentarios:
Muchísimas por este pequeño esfuerzo que has realizado para ir recogiendo poco a poco trozos del pueblo donde nací, donde viví mi infancia... y al lugar que regreso siempre.
ana, una coyantina
;))
Evidentemente seguiré por aquí.
Gracias Ana, coyantina.
No merezco el comentario.
puxa Coyanza!!!
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